La gente se cree que por utilizar la etiqueta autista ya lo usamos como «excusa para justificar todo comportamiento y no arreglar nada». No va por ahí. Las etiquetas no siempre son malas. Pueden ser útiles si se les hace un buen uso. Para mí, saber que soy autista me sirve para conocerme mejor, me sirve para entender mis necesidades y me sirve para no culparme de ser como soy, de reaccionar como reacciono y de no gestionar el mundo como lo hacen los demás.
No es una excusa. Y sinceramente, tampoco hay nada que arreglar. Podré gestionar mejor mi vida si aprendo más herramientas sobre como lidiar con ello, pero mi base siempre será la misma. Claro que puedo aprender y mejorar ciertos aspectos. Y claro que como ser humano que soy, si la cago, si me equivoco, si hago cosas mal, pues tiene consecuencias. A mi la etiqueta me sirve. Me limita más la sociedad que la etiqueta en sí.
