Que yo quizás no sepa expresarme o no se me note a veces mi alegría con algo, no quiere decir que no le de importancia a la relación. No me refiero aquí únicamente a relaciones amorosas. El mundo es lo suficientemente rico como para no caer y pensar solo en el amor romántico.Yo suelo vivir mis vínculos con mucha intensidad. Eso incluye los vínculos que hago en el trabajo con personas con las que llevo años trabajando, incluye compañeros de clase (si se da el caso de generar vínculo, sino no), família, amigos, pareja, etc. Gente que crea lazos contigo de algún modo.
Evidentemente, hay grados y grados. Pero es que la intensidad de vivirlo es muy propio del autismo aunque irónicamente muchas veces acabemos aislados. Se nos acusa de intensitos, de estar demasiado atentos, de estar demasiado enganchados, de vivirlo demasiado. No ocurre todas las veces, pero cuando ocurre pega fuerte. También puede suceder lo contrario, es tal la intensidad interna que se externaliza con extrema frialdad. Pues tengo que deciros, que eso sigue siendo intensidad.
¿Qué pensáis vosotros?
