No hace falta lo de : “Ay, pero eso le puede ocurrir a todo el mundo”.
Las personas autistas sabemos a lo que nos referimos cuando algo se vuelve nuestro interés especial y nos obsesionamos con ello. Además, almacenamos todo tipo de datos inútiles en nuestra mente sobre anécdotas y vivencias de nuestro sujeto de interés. Digamos que somos muy buenos llevando las pasiones al extremo. Y te hablaremos de ello, y el centro principal de todo es eso, el resto nos da igual. Es como cuando eres adolescente y estás a tope con algo que te gusta mucho, pero que lo haces durante toda tu vida.