Aquí os habla una experta en ello. También se llama «masking» y no, no es exclusivo del autismo. Pero los especialistas se han dado cuenta que personas siendo diagnosticadas de adultos presentaban una muy buena habilidad enmascarando y eso podría haber ayudado a no haber detectado que eran autistas antes. Lo irónico del tema, es que sabemos esconder nuestras «cosillas autistas» pero a la vez se nos pueden escapar de repente. Y es ahí cuando los demás dicen :» ¿Porqué te pones así? ¿Porqué actúas tan raro de repente? ¡No exageres! «…. Y cuando se evidencia nuestro autismo, nos dan más ganas de volver a ocultar porque normalmente sentimos que nos riñen, que no estan contentos, que lo hacemos mal. Y es muy agotador…
